En los últimos años se ha hablado mucho de los alimentos ultraprocesados (refrescos, bollería industrial, comida rápida, snacks salados, cereales azucarados, etc.). Pero ¿qué dice la ciencia más reciente sobre su impacto en nuestra salud?
Un estudio publicado en la prestigiosa revista BMJ (British Medical Journal) en 2023 revisó decenas de investigaciones y llegó a una conclusión contundente: el consumo elevado de ultraprocesados está relacionado con más de 30 problemas de salud diferentes.
Los principales riesgos encontrados según este análisis global, comer demasiados ultraprocesados se asocia con:
Mayor riesgo de morir antes (mortalidad general).
Problemas del corazón: más infartos y enfermedades cardiovasculares.
Diabetes tipo 2.
Trastornos de salud mental, como ansiedad y depresión.
Obesidad, problemas de sueño, asma y otras condiciones crónicas.
En algunos casos, la relación es tan clara que los investigadores la califican como “convincente”.
¿Por qué ocurre esto?
Los ultraprocesados no solo tienen exceso de azúcares, grasas poco saludables y sal. También incluyen:
Aditivos, colorantes y conservantes.
Ingredientes muy modificados (harinas refinadas, jarabes, aceites hidrogenados).
Texturas y sabores diseñados para generar adicción y comer más de lo necesario.
Todo esto afecta a nuestro metabolismo, microbiota intestinal, sistema hormonal y mecanismos de saciedad.
Lo que puedes hacer en tu día a día:
La buena noticia es que no necesitas una dieta perfecta, solo ir cambiando poco a poco:
Prioriza comida real: frutas, verduras, legumbres, frutos secos, pescado, huevos, cereales integrales.
Cocina en casa lo máximo posible.
Elige versiones mínimamente procesadas (pan integral de masa madre, yogur natural, conservas de buena calidad).
Reserva los ultraprocesados para ocasiones muy puntuales.
En resumen
Este gran análisis confirma lo que muchos intuíamos: cuantos más ultraprocesados consumimos, mayor es el riesgo de desarrollar enfermedades graves y de reducir nuestra esperanza de vida.
Cuidar lo que comemos es cuidar nuestro futuro. Apostar por alimentos naturales y frescos no es una moda: es la mejor inversión en salud.
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